La presencia de biofilm en el sistema de suministro del agua constituye una amenaza para las manadas de broilers que muchos avicultores pasan por alto.

Las bacterias crean un biofilm pegajoso, rico en nutrientes, cuando se adhieren a una superficie sólida en el agua. Este biofilm atrae a otras bacterias adicionales, al igual que a cualquier otra cosa en el agua y se convierte rápidamente en una activa colonia de patógenos. Las bacterias alimentan al biofilm y otros nutrientes en el agua. El resultado es que los sistemas cerrados de distribución del agua, diseñados para mantener a las aves más sanas, se convierten, por el contrario, en instrumentos suministradores de agua rica en patógenos.

Los sistemas cerrados de suministro de agua trabajan a baja presión, por lo que no se producen turbulencias que puedan destruir esta formación. Por tanto, un productor puede distribuir en su granja agua perfectamente higiénica sin que esto sea óbice para que la que llega a las aves, a través de las tuberías, esté contaminada. Al beber las aves, las bacterias penetran en sus tractos digestivos a 41,1º C y este ambiente actúa como una incubadora. Las enfermedades a las que esta contaminación da lugar pueden comprometer seriamente a una manada y a su posterior rendimiento.

El biofilm puede también inhibir la eficacia del bebedero en sí, al revestir sus paredes internas y obstruir de esta forma la salida del agua. Esto puede dar lugar a que los bebederos goteen, causando el humedecimiento de la yacija y la emanación de amoníaco, lo quepuede constituir una amenaza adicional para la salud de las aves.

Muchos avicultores suministran vitaminas y medicación a las manadas a través del agua de bebida. Para el suministro de vitaminas se emplea generalmente glucosa como base y para la administración de ciertas medicaciones se suele emplear leche en polvo (1). Estas substancias orgánicas irán revistiendo las paredes de las tuberías dela red de distribución del agua y abastecerán a las bacterias del biofilm de todos los nutrientes que necesitan para medrar.

Los productores pueden determinar el alcance de la contaminación de biofilm en sus granjas tomando aparte un bebedero y examinándolo detalladamente. También la instalación de una tubería clara, transparente, al final del sistema de distribución del agua, puede ayudar a los granjeros a controlar la aparición de formaciones orgánicas.

Entre los granjeros constituye una práctica común el introducir cloro u otros productos sanitarios dentro del sistema para destruir a las bacterias. De esta forma se obtiene agua higiénica, pero no se consigue aniquilar a las bacterias incrustadas en el biofilm ni tampoco eliminarlo. La carga bacteriana del agua volverá pronto a alcanzar los niveles que tenía antes de su desinfección. En sólo 24 horas, a 32 ºC, un simple E-coli se multiplicará en trillones de organismos.

El biofilm puede representar una seria amenaza para las manadas de broilers.  El dióxido de cloro SAFRAX contribuye en gran parte a reducir esta amenaza ya mantener limpio el sistema de distribución del agua.